Educación invierte 86 millones en la mejora de 260 colegios vascos

La consejera de Educación, Begoña Pedrosa, ha visitado el nuevo edificio del Instituto de Educación Secundaria de Etxebarri, concebido bajo criterios de accesibilidad y sostenibilidad medioambiental. El proyecto incluye, además, el derribo del antiguo edificio cuyo espacio será ocupado por las futuras instalaciones deportivas del centro.

Estas obras suponen una inversión de más de 10,7 millones de euros y la construcción de casi 6.400 metros cuadrados. El instituto acogerá cinco líneas de Educación Secundaria Obligatoria (20 aulas) y tres de Bachillerato (6 aulas) a partir del próximo mes de septiembre. Un total de 621 alumnas y alumnos (450 de ESO y 171 de Bachillerato) y 70 profesoras y profesores estrenarán el instituto. A lo largo del próximo curso escolar continuarán las obras de la segunda fase que está previsto que terminen en la primavera del año que viene.

Obras en 260 colegios
Durante la visita, Begoña Pedrosa ha puesto en valor el esfuerzo que implica estar desarrollando obras en 260 colegios de toda Euskadi durante este verano, 50 de las cuales son obras de gran calado que suponen una inversión total de 79,5 millones de euros. Asimismo, se llevan a cabo pequeñas obras de mejora en otros 210 centros escolares, con un montante añadido de 6,5 millones de euros.

Más allá de los datos ofrecidos a modo de balance de las actuaciones de este verano, la consejera Pedrosa ha puesto el foco en “la importancia de contar con nuevas infraestructuras y espacios renovados en los centros públicos, que se vayan adaptando a las nuevas necesidades pedagógicas de los proyectos educativos. Una apuesta de este Gobierno por impulsar modelos educativos coherentes, y que se adaptan a las nuevas necesidades y realidades de nuestro sistema educativo”. Pedrosa también ha querido reconocer y subrayar la corresponsabilidad y el buen hacer de los equipos de trabajo que se está realizando en los centros educativos y se ha comprometido para avanzar en un modelo educativo vasco propio que se adapte a los nuevos retos sociales y de país.