Ya no hay excusa: es momento de planificar la formación

Susana-FederioSegún datos oficiales,  en 2014 el crédito asignado para formación en Euskadi ascendió a  45 millones de euros. Este crédito se hace efectivo mediante bonificaciones en las cotizaciones de la Seguridad Social que ingresan las empresas. En ese año, las empresas utilizaron 32,7 millones  lo que supone un 72,7% del crédito asignado.

En construcción, un 35,99 % de las empresas realizaron formación a través de este sistema de financiación, por delante de Agricultura (11,1%), Comercio (33,6%), Hostelería (35,5%), y Otros servicios (31,6%); sólo superada por el sector Industria (49,5%).

Desde montaje de andamios apoyados, instalador de fachada ventilada,  o SATE, hasta termografía, estándar passivhauss o metodología BIM, pasando por  conservación y mantenimiento de carreteras,  gestión de residuos de construcción y demolición o claves para mejorar la gestión de equipos en la obra, son algunos ejemplos de los contenidos que nos demandan las empresas.

Con objetivos muy diversos: desde mejorar las competencias profesionales individuales, hasta cumplir exigencias legales o solventar necesidades productivas puntuales, pasando por elevar la competitividad a nivel de organización.

En su mayoría, y en la medida de lo posible, financiada a través del crédito que las empresas tienen a su disposición para cada ejercicio por el hecho de tener trabajadores por cuenta ajena.

Sería la fotografía de la formación  que venimos realizado en los últimos ejercicios desde la Fundación Laboral de la Construcción y que nos lleva a  la conclusión de que las empresas del sector en Euskadi, cada vez tienen más clara la necesidad y aplicaciones de la formación. Si bien todos estos datos, nos muestran una realidad optimista, no podemos dejar a un lado otra realidad que vivimos a diario en nuestra Entidad: aproximadamente el 85% de la formación que ponemos en marcha, se improvisa por parte de las empresas y tiene carácter urgente.

Curiosamente, incluso en aquellas empresas que disponen de sistemas de gestión certificados que obligan a elaborar un plan de formación interna,  éstos se conforman  a posteriori como la suma de actuaciones espontaneas.

Motivada por la incertidumbre que rodea nuestro Sector,  o por la inestabilidad de una importante parte de la plantilla de las empresas, esta circunstancia implica un coste adicional de organización y el desaprovechamiento de recursos: Desperdiciar ventajas  a la hora de negociar los precios de la formación por realizar las acciones de forma aislada,  falta de un estudio en detalle de los contenidos que más se adaptan a las necesidades de la empresa,  o finalizar el ejercicio sin haber empleado la totalidad de los fondos a disposición de la empresa, son algunas de sus consecuencias.

Es momento de planificar. Comenzando por reflexiones sencillas ligadas a las expectativas de actividad  y unidas a las líneas  estratégicas que se ha marcado la empresa;  diseñando  herramientas que canalicen además las necesidades detectadas por  los propios trabajadores y por los mandos intermedios.

Será fundamental además, valorar los momentos de ejecución menos incómodos para el ritmo de la actividad, valorar los recursos financieros disponibles,  analizar las metodologías más adecuadas,  contenidos  etc.  Todo ello redundará en la eficacia de la inversión realizada en formación en toda su amplitud. Ya no es excusa no disponer de personal competente para realizar estas tareas en el seno de la empresa; la mayoría de entidades dedicadas a impartir la formación nos encargamos además de organizar la actividad de formación en las empresas, en su globalidad.

Ponerse en manos de organizaciones expertas sectoriales, además, nos ofrecerá una ventaja adicional  al contar con profesionales que nos pueden aportar una visión más acertada del sector en a medio y largo plazo,  y todo el conocimiento sobre las necesidades y  requerimientos en diferentes áreas. En las organizaciones paritarias además, se añade toda la gama de servicios gratuitos ligados a la formación que completan los planes: calendario de jornadas técnicas formativas, visitas de asesoramiento, plazas disponibles en proyectos formativos subvencionados, etc.

La Ley 30/2015, de 9 de septiembre, por la que se regula el Sistema de Formación Profesional para el Empleo en el ámbito laboral, recoge las obligaciones y responsabilidades de estas entidades organizadoras, en el marco del sistema de bonificaciones.

Susana Federío Arostegui
Fundación Laboral de la Construcción País Vasco
Entidad organizadora

Recibe nuestras noticias
Suscríbete GRATIS