Este mes arrancará la fase dos de la variante que conectará Markina y Etxebarria

La Diputación Foral de Bizkaia ha anunciado que este mes arrancará la fase dos las obras de construcción de la variante que conectará los municipios de Markina y Etxebarria. La infraestructura unirá las carreteras BI-633 y BI-2636 a través de un trazado de aproximadamente un kilómetro, dotado con un túnel de 335 metros y dos rotondas de conexión, que permitirán desviar gran parte del tránsito diario de los centros urbanos.
En esta segunda fase, se va a proceder a la pavimentación, señalización y urbanización del entorno. La previsión es que pueda entrar en funcionamiento de manera parcial a partir de febrero del año que viene. Por lo que respecta a la glorieta de Etxebarria, cuya apertura también parcial al tráfico se espera para marzo del próximo año, se sigue trabajando en las estructuras que conformarán el anillo completo.
Actualmente, por esta vía circulan más de 5.500 vehículos al día, cifra que se reducirá en cerca de 3.000 con la puesta en servicio de la variante, es decir, un 53% menos. Se estima que la obra esté concluida a finales de 2026. El consejo de Interbiak aprobó el pasado julio un modificado del expediente en el que se incluyen las medidas ambientales compensatorias necesarias en este tipo de obras, cambios en el sostenimiento de la estructura del túnel y la ejecución de un tramo del futuro bidegorri que unirá ambos municipios y que tendrá un pequeño recorrido coincidente con la salida del túnel en Etxebarria. De esta manera, el proyecto dispondrá de una inversión final de 31,9 millones de euros.
Compromiso medioambiental
Durante al pasado mes se ha demolido una antigua obra de fábrica de hormigón, situada sobre el arroyo Munibe, lo que ha permitido recuperar un tramo a cielo abierto del arroyo mediante técnicas de bioingeniería. Y también se han ejecutado medidas compensatorias para garantizar la permeabilidad de la fauna en el entorno de los ríos.
El proyecto incorpora, además, otras tecnologías cada vez más habituales en las obras como por ejemplo el empleo de cámaras para el seguimiento de las obras y la mejora de la seguridad, sensores medioambientales que miden la calidad del aire y del ruido o el empleo de la metodología BIM que garantiza que la transferencia de información a los gestores de su explotación sea completa y ordenada.