“Toda la gestión del suelo debería ser pública en todo el Estado durante un período de diez a quince años”

“Toda la gestión del suelo debería ser pública en todo el Estado durante un período de diez a quince años”

La construcción es el sector más castigado por la crisis económica. ¿Cómo está afectando a los arquitectos?

Muy negativamente. La producción de los estudios ha descendido muchísimo en los últimos cuatro años. Se está visando a los mismos niveles que hace una década. Esto está obligando a las empresas de arquitectura a reducir plantillas.

¿Qué cifras manejan de visados de proyectos?

El visado de proyectos ha descendido un 50% respecto al año 2006-2007. Además, los proyectos que se visan ahora son de mucha menor envergadura. El arquitecto ha tenido que especializarse en obra más pequeña, en reforma y rehabilitación, instalación de ascensores, segregación de viviendas grandes, etc. Proyectos de obra nueva, hay muy pocos.

¿Ha descendido también el número de colegiados?

Estamos en torno a 1.187 colegiados en Bizkaia. Aunque hay una gran masa de arquitectos sin colegiar, del orden de entre 300 y 400, trabajando en estudios de arquitectura o en otro tipo de empresas.

La arquitectura siempre ha sido una profesión con una gran salida laboral. ¿Ha cambiado esto con la crisis?

Realmente, hemos trabajado todos en lo mismo y se ha descuidado otros ámbitos de la profesión, como el cálculo de estructuras, especialidades en instalaciones, en urbanismo, en jardinería, en paisaje, en mecánica del suelo, etc. Es difícil ver arquitectos en este tipo de empresas relacionadas con el sector de la construcción. Mi objetivo como presidente del COAVN en Bizkaia es lograr abrirnos más a la sociedad. Es increíble que la gente cuando va a comprar una casa contrata a un API, y un arquitecto, por muy poco dinero, le podría decir si ese inmueble tiene vicios ocultos o si la estructura, las instalaciones y los elementos comunes están en buen estado o no lo están.

¿Qué deben hacer los arquitectos para sobrevivir en estos momentos de dificultades económicas: reconvertirse, diversificar su actividad…?

Debemos que echarle imaginación e ingenio. Tenemos que reconvertirnos. Todos no podemos participar en grandes obras o trabajar en el sector de la construcción. Hay ingenieros que son presidentes de bancos, ¿por qué no lo van a ser los  arquitectos?

¿Han detectado si se está produciendo una ‘fuga’ de arquitectos a otros países con mejores oportunidades?

Sí. Hay compañeros que conozco personalmente que están trabajando en Brasil y en Arabia Saudita. Incluso a becarios que todavía no han terminado la carrera, les han ofrecido trabajo en otros países, como China. A los jóvenes no les importa tanto salir al extranjero a buscarse la vida, al menos los primeros años. Es una pena que arquitectos que se han formado aquí acaben triunfando fuera porque no han tenido la oportunidad en su lugar de origen.

¿Qué implicaciones tendrá la desaparición de tantas empresas del sector de la construcción, incluidos estudios de arquitectura, en el tejido económico vasco?

Yo tengo la esperanza de que volveremos a resurgir. Habrá empresas que tendrán que cerrar circunstancialmente, pero el conocimiento tecnológico del sector de la construcción no va a desaparecer. No tenemos que dejar arrinconarnos por el pesimismo.

La crisis está provocando que en las licitaciones de obra pública se hagan ofertas excesivamente a la baja. ¿Puede esto suponer un problema para la calidad de las edificaciones de carácter público?

Evidentemente. La Administración debería regular las bajas. El único criterio de adjudicación no puede ser sólo el económico, como es en muchos casos. Las obras públicas que se adjudican con presupuestos muy ajustados, acaban teniendo un gran problema de acabados.

¿Manejan desde el Colegio algún tipo de previsiones respecto a lo que le espera al sector de la edificación en 2013?

No tenemos datos fiables, pero en Euskadi no existe un stock de vivienda sin vender como en otras regiones de España. Estamos viviendo una crisis de crédito por parte de los bancos, que se ven afectados por la falta de financiación global.

¿Considera necesaria una modificación de la Ley del Suelo para incentivar el sector de la edificación y conseguir su recuperación?

No hay que modificarla, hay que aplicarla. Los arquitectos urbanistas lo tenemos claro: toda la gestión del suelo debería ser pública en todo el Estado durante un período de diez a quince años por los métodos que la ley ya tiene establecidos, a través de la expropiación o por cooperación, que los propietarios pusieran el suelo a disposición de la Administración.

¿Confía en que medidas como el fomento de la rehabilitación de edificios contribuya a la reactivación del sector?

A pequeña escala ya se está haciendo mucha rehabilitación de edificios, cumpliendo la normativa de accesibilidad, etc. Pero no todos los edificios son susceptibles de realizar grandes rehabilitaciones como el del Mercado de la Ribera de Bilbao, que recientemente ha concluido. La ciudadanía tiene que ser consciente de que los edificios hay que mantenerlos y conservarlos. Las ciudades más modernas, confortables y competitivas son aquellas que mantienen adecuadamente sus inmuebles. La Administración debería implicarse más a través de subvenciones o ayudas a la conservación de edificios privados.

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