La Diputación Foral de Bizkaia pone en marcha la Variante Sur Metropolitana

La Diputación Foral de Bizkaia abrió en septiembre al tráfico la Variante Sur Metropolitana (AP-8) después de cuatro años de trabajo y una inversión cercana a los 900 millones de euros. La conocida como Supersur se ha construido para dar una alternativa a la autopista A-8 en el área metropolitana de Bilbao. Diseñada originalmente como una vía de gran capacidad para dar respuesta tanto a las necesidades de movilidad de largo recorrido (Cantabria y Gipuzkoa), como de corto recorrido (Bilbao metropolitano), la A-8 se ha visto saturada desde hace años, lo que hacía imprescindible la construcción de un desdoblamiento de la misma.

En consecuencia, la Variante Sur Metropolitana está destinada a acoger los tráficos de largo recorrido, para quienes quieren atravesar, salir o entrar a Bizkaia de forma rápida y segura, sin tener que pasar por la A-8 en el tramo urbano de Bilbao. También permitirá alejar de zonas habitadas los tráficos de materias peligrosas, reducirá el paso de vehículos en entornos urbanos y ayudará a disminuir la emisión de gases a la atmósfera.

Además, la Supersur ha facilitado la construcción de elementos complementarios que, por sí solos, han representado importantes mejoras en la red de carreteras de Bizkaia; se trata de los enlaces de la Margen Izquierda y de la Zona Minera que entraron en servicio en el mes de julio del año pasado. Los nuevos accesos han contribuido a mejorar y hacer más segura la conexión de las localidades del entorno con la Supersur y la A-8, y ha facilitado la comunicación entre la Margen Izquierda y la Zona Minera, superando el efecto barrera que suponía la autopista.

La mitad, bajo túnel

La Variante Sur Metropolitana tiene un tronco de tres carriles por sentido y una longitud de 17,8 kilómetros, de los cuales, la mitad se han construido bajo túneles para superar la difícil orografía del entorno y evitar en todo lo posible el impacto medioambiental y visual de la nueva carretera. En total, se han construido cinco túneles, todos ellos dobles: Argalario (2.150 metros), Mesperuza (708 metros), Santa Águeda (2.030 metros), Arraiz (2.273 metros) y Larraskitu (965 metros). Junto al tronco de la Supersur ha sido necesario realizar cuatro enlaces nuevos: Ortuella-Portugalete-Trapaga (A-8, BI-3747, BI-3748, BI-3749), Galindo (Eje Ballonti), Kastrexana (BI-636/Corredor Cadagua) y Larraskitu-Buia (A-8, AP-68, BI-613/Miraflores).

En conjunto, la realización de los viales y los enlaces de la variante han exigido la construcción de: 21 viaductos, 5 túneles dobles, 2 falsos túneles, 4 pasos inferiores, 3 pasos superiores, se han modificación 11 pasos superiores e inferiores existentes y se ha construido una pasarela peatonal para conectar los bidegorris de la Margen Izquierda con los de la Zona Minera.

Un proyecto de más de 6 años

La puesta en servicio de la AP-8 ha requerido varios años de trabajo y la división del proyecto en varios tramos y contratas. La adjudicación de la redacción de proyectos de los diferentes tramos se realizó entre los años 2005 y 2006; la adjudicación de la ejecución de las obras e inicio de las mismas en los diferentes tramos entre los años 2007 y 2008; la entrega de la obra civil en otoño de 2010 y la instalación de todos los sistemas de explotación, mantenimiento y seguridad durante el año 2011. En concreto, las pruebas de seguridad se realizaron durante la pasada primavera y este verano, la última el 18 de agosto.

Las instalaciones de los túneles han supuesto un capítulo especial durante la fase de construcción por la importancia que estos elementos tienen en la variante y las complejas medidas de seguridad que requieren. La iluminación, sistemas eléctricos, mecánicos, controles de tráfico, comunicación de datos e imágenes, postes SOS, instalaciones contra incendios, agua, ventilación, galerías de emergencia y revestimientos de los túneles han exigido una inversión cercana a los 90 millones de euros.

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