“En España hay 4.000 empresas de desamiantado mientras que en Francia 800″.

“En España hay 4.000 empresas de desamiantado mientras que en Francia 800″.

Gonzalo-Zufia

Entrevista con Gonzalo Zufía. Presidente de Anedes

¿Qué es el amianto o asbesto y por qué es tan nocivo para la salud de los seres humanos?.
El amianto es un grupo de minerales metamórficos fibrosos compuestos mayoritariamente por silicatos. Es muy nocivo para el ser humano por dos razones: por su composición química y, especialmente, por su forma fibrosa y diminuta que propina que sea muy fácilmente inhalable y que se deposite en los alveolos pulmonares, desarrollando así varios tipos de enfermedades, incluido el cáncer.

¿Hasta cuándo se empleó en la construcción de edificios y por qué?.
El amianto se emplea desde tiempo inmemorial, aunque fue con la revolución industrial cuando realmente empieza a tener aplicaciones muy diversas. En la construcción en España comienza a utilizarse sobre todo a raíz del ‘boom’ de la construcción en los años 50-60 del siglo pasado. Tras observarse las primeras consecuencias directas de la exposición al amianto, en los años 80 comienzan a promulgarse normativas restrictivas para su empleo que acabarán con la prohibición definitiva de su uso en 2001.

¿Existen distintas variedades de amianto?.
Si, comercialmente se han empleado tres tipos: el amianto azul, el marrón y el blanco. En torno al 90% del amianto utilizado en el mundo ha sido de esta última variedad, también denominada como crisotilo.

¿Qué efectos puede producir la no eliminación o la retirada incorrecta del amianto presente en viejos edificios?.
El amianto es un elemento que es cancerígeno por inhalación, con lo cual, las consecuencias son evidentes. En el momento que se inhala una cantidad determinada de fibras de amianto, el riesgo de desarrollar una enfermedad profesional aumenta exponencialmente.

¿El amianto pierde sus propiedades nocivas con el paso del tiempo?
Lamentablemente no. De hecho, el término amianto procede del griego y significa “incorruptible”. Por eso se ha empleado tanto en la construcción. Para transformar el amianto habría que someterle a varios miles de grados de temperatura para conseguir que su forma fibrosa desapareciese.

¿Qué medidas especiales de seguridad hay que adoptar para la retirada de este material?.
De forma muy resumida, hay dos tipos de medidas. Las primeras son las personales, que corresponden a todas aquellas que debe portar cualquier trabajador que vaya a tratar con ese material (ropa de trabajo especial, protección de las vías respiratorias, guantes de protección química, etc.). Las segundas medidas, que son las menos visibles, son las ambientales o colectivas.
En este caso, cuando se retiran materiales con amianto, tenemos que realizar una especie de confinamiento a base de construcción de burbujas de plástico donde el trabajador realizaría su labor en el interior para que se evite la propagación de las fibras de amianto a zonas ajenas al área de trabajo.

¿Cuáles pueden ser las consecuencias para los usuarios de un edificio la incorrecta realización de un trabajo de desamiantado?.
Si un edificio es sometido a una labor de desamiantado mal hecha, uno de los mayores problemas es que las fibras de amianto se van a depositar por cualquier parte. Como hemos comentado antes, no van a desaparecer, por lo que se va a provocar una exposición constante e inadvertida de este material a todos los vecinos del inmueble.

¿Es elevado el coste económico de realizar un desamiantado?.
Depende del tipo de material que se vaya a retirar y de donde está ubicado. Generalmente, la mayoría de los materiales de la construcción que se están retirando hoy en día suelen ser placas de fibrocemento. En este caso, el coste es bastante económico. Si se tratase de una proyección de amianto o un calorifugado de amianto, el precio sería sensiblemente superior.

Con la actual crisis, ¿se corre el riesgo de abaratar costes en obras de rehabilitación, por ejemplo, evitando retirar el amianto de hallarlo presente?.
Sí, pero eso constituye una imprudencia muy grave. Entendemos que vivimos tiempos duros donde ahorrar costes es prioritario, pero con esto no se debería jugar. Desde nuestra asociación ANEDES hemos visto varios casos de empresas que abaratan costes eliminando incorrectamente el amianto, incluso disponiendo de las autorizaciones necesarias.

Dado lo delicado del material a trabajar y de la normativa vigente, ¿qué grado de formación se exige a los trabajadores de desamiantado?.
Todos somos conscientes que hay un grado de formación muy bajo en el sector. De hecho, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo acaba de publicar un documento en el que plantea una serie de recomendaciones para mejorar esta carencia. Teóricamente, debería ser una actividad con una amplia exigencia formativa, sin embargo, por la legislación preventiva actual vemos que los trabajadores carecen de esa formación.

¿Cuantas empresas pertenecen a su asociación y a qué volumen de personas dan trabajo?.
Actualmente somos doce empresas nacionales y una empresa argentina y en global, damos empleo a más de 2.000 trabajadores.

¿Qué tipo de actividades desarrollan en la asociación? (charlas, jornadas informativas, etc).
Desde ANEDES siempre tratamos de estar presente en cualquier foro donde se nos escuche. Solemos realizar jornadas técnicas, participación en congresos, etc.

¿De qué se suelen quejar las empresas asociadas?.
Ahora mismo, la mayor queja es el intrusismo profesional. Si miramos el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (RERA), descubrimos que en los últimos siete años se ha duplicado el número de empresas inscritas.
También es criticable la falta de inspección por parte de la Administración Central. La UE exige que los estados realicen un control exhaustivo de esta actividad pero, lamentablemente, no se aplica como debiera.
En este tema, hay un punto muy importante, que es el de la vigilancia de la salud. En los trabajos con amianto, la empresa debe hacer que el trabajador cumpla dos criterios: el formativo, que ya hemos comentado, y el de la vigilancia de la salud. Esto conlleva un control médico desde el día antes a empezar a trabajar con amianto hasta el final de la vida del trabajador.
Una parte de este coste corre a cargo de la empresa, pero cuando finaliza la relación laboral, esa vigilancia de la salud pasa a cargo de la salud pública. Esto significa que le va a tener que someter a esa persona a controles periódicos durante toda su vida.

¿Considera entonces que hay demasiadas empresas de desamiantado y que la administración no las controla como debiera?
Sin duda. En España una empresa de desamiantado se da de alta en el RERA, que es libre y gratis, y luego presenta un plan de trabajo. Ahí es donde empieza a realizar un control la autoridad laboral. ¿Qué se hace en otros países de Europa? Un control previo, esto es, antes de registrarte, yo evalúo tu actividad. La consecuencia evidente es que se elimina a aquellas empresas que no cumplen con los requisitos mínimos y garantizas que quienes sí van a desarrollar esa actividad estén correctamente formados.
Además, delimitas el número de trabajadores expuestos al riesgo del amianto. Como dato ilustrativo, le comento que en España hay 4.000 empresas inscritas en el RERA, mientras que en Francia o en Inglaterra hay 800. Es obvio que aquí algo se está haciendo mal.

Según la OMS, todos los años fallecen en el mundo más de 100.000 personas por cáncer de pulmón, mesoteliomas (o cánceres de las membranas pulmonares) y asbestosis provocados por la exposición laboral a las fibras de amianto. Existe una conciencia real de este problema por parte de los Estados?.
A nivel europeo, yo diría que sí. De hecho, existen varias resoluciones del Parlamento Europeo en el que estos datos se ponen en valor y se proponen medidas preventivas. Sin embargo, cuando analizamos cada país en individual, nos encontramos que cada uno actúa de manera diferente, y en algunos casos, incluso opuesta. Por ejemplo, en Francia sí que se toma en serio el tema del amianto en la construcción, mientras que en España, parece ser que no tanto.

La Asociación Vasca de Víctimas del Amianto (ASVIAMIE) contabilizó el año pasado 15 fallecimientos de trabajadores en Euskadi debido a la exposición al amianto a lo largo de su vida laboral. ¿La sociedad es consciente de este problema?.
Creo que el problema del amianto se va conociendo cada vez más, pero todavía nos queda mucho camino por recorrer. En Euskadi sí que hay un mayor conocimiento ya que desde Osalan se ha puesto lupa sobre este tema y las asociaciones de víctimas del amianto se han mostrado muy activos, lo cual se ha reflejado en la prensa.

¿Mantienen algún tipo de relación con asociaciones de victimas del amianto (AVIDA a nivel estatal o ASVIAMIE a nivel de Euskadi)?.
Si. Tenemos una relación cordial y compartimos algunas reivindicaciones, como puede ser  la creación de un fondo de compensación para las víctimas del amianto.

Usted tambien es gerente de una empresa de desamiantado llamada IGR.¿Qué perspectivas tienen para 2016?.
En IGR vemos con moderado optimismo este año que entra. A pesar de los problemas que hay en nuestro gremio, consideramos que haciendo bien las cosas, los resultados llegan. En este sentido, quiero destacar que somos la única empresa española con certificación para poder trabajar en Francia. Además, creemos que nos diferenciamos del resto de empresas de desamiantado por el profundo conocimiento y formación de nuestro personal. Se trata de un saber que luego somos capaces de aplicar para buscar soluciones adaptadas a cada cliente. Es esto lo que nos ha convertido en la mayor empresa de desamiantado a nivel estatal.
De todos modos, también hemos sufrido la crisis como cualquier otra empresa, lo que pasa es que hemos sabido realizar políticas comerciales acertadas, ya sea ofreciendo a nuestros clientes una serie de nuevos servicios, o mediante  la apertura de nuevas delegaciones por toda la geografía española, de cara a estar más cerca de ellos y conocer de primera mano sus necesidades reales.

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