Abierto el rehabilitado morro del espigón de Ondarroa

Espigon-OndarroaEste viernes se ha abierto al público el espigón de la playa del puerto de Ondarroa en el que el departamento de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco ha realizado diversas obras de rehabilitación tras resultar afectado por los temporales del invierno de 2014. Los trabajos arrancaron en julio del año pasado y han sido ejecutadas por la empresa Comsa, por un importe cercano al millón de euros.

El dique sur reparado sirve de encauzamiento en la desembocadura del rio Artibai y separa este de la zona de la playa. Esta actuación empieza en el puente de Calatrava  y tiene una longitud aproximada de 230 metros terminado en forma de tambor con un diámetro de 9 metros. Su estructura es un muro de mampostería con relleno de escollera.

La consejera de Medio Ambiente, Ana Oregi, ha señalado que “la solución que se adoptó para el refuerzo y consolidación de la cimentación del morro tuvo en consideración el componente mediomabiental y por ello, se adoptó la decisión de ejecutar una pantalla de tablestacas que se hincaron mediante grúa en las proximidades del tambor. El muro de mampostería se ha  repuesto en las zonas donde las piedras habían desaparecido con sillería de piedra caliza gris labrada a 6 caras, que se anclaron mediante barras de sujeción en perforación de mampuestos.  En los tramos donde el cantil se encuentra suelto, se han reforzado los mampuestos  de sillería existentes  mediante el  saneo de las superficies dañadas, rejuntado con mortero y anclaje de los mampuestos con barras de 16 mm de diámetro”.

Barandilla prolongada

El Gobierno Vasco ha aprovechado estas obras para prolongar la barandilla en un punto del espigón donde suelen ser muy habituales los saltos para bañarse en el puerto evitándolos y reduciendo riesgos a quienes los practican a pesar de los avisos de su prohibición. La directora de Infraestructuras del Transportes, Almudena Ruiz de Angulo, explica que “con las obras de refuerzo, se han colocado las tablestacas descritas y una losa de hormigón que las ata en su cabeza”.

La obra, por su proximidad con la playa, incluyó numerosas medidas  correctoras del impacto ambiental. De ellas, la principal fue la colocación de una cortina de sedimentos en torno a la zona en la que se vertieron materiales e hincado de tablestacas, pero las medidas abarcaron el control de los residuos, del polvo generado y del ruido  con el objetivo de proteger las aguas, la vegetación y los recursos naturales de este entorno.

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