“Incluso en una época de crisis seguimos haciendo un gran esfuerzo inversor en materia medioambiental”

“Incluso en una época de crisis seguimos haciendo un gran esfuerzo inversor en materia medioambiental”

Lleva diez años al frente del Departamento de Medioambiente de la Diputación Foral de Bizkaia. ¿Cuáles han sido los hitos más importantes de su gestión en este tiempo?

Personalmente subrayaría tres grandes hitos: la configuración de un sistema de gestión de aguas territorial, el desarrollo del Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos, con las infraestructuras que prevé, y la mejora de los espacios naturales, incluyendo playas y parques.

Además, en el día a día, la gestión del medio que nos rodea presenta complicaciones que inciden directamente en el bienestar de la ciudadanía, por lo que también son importantes las numerosas pequeñas acciones que hemos desarrollado durante los últimos años en multitud de ámbitos (educación y sensibilización, prevención, accesibilidad, creación de empleo social, etc.).

En conjunto, hemos ido alcanzado las metas previstas, lo que nos han permitido mejorar la calidad del entorno en el que vivimos en Bizkaia.

En 2013, su departamento contará con el 6% del presupuesto de la Diputación, 71 millones de euros. ¿Es una cantidad suficiente para hacer frente a todas las iniciativas previstas?

Es evidente que la cuantía total determina los límites de lo que podemos hacer y que con más presupuesto los objetivos podrían ser más ambiciosos, pero la Diputación Foral de Bizkaia es una de las instituciones que porcentualmente está haciendo mayor esfuerzo en éste ámbito en la última década. Incluso en una época de crisis seguimos haciendo un gran esfuerzo inversor en materia medioambiental porque lo que está en juego es la calidad de vida de nuestra ciudadanía de hoy y de la del futuro.

La partida presupuestaria de la Dirección General de Infraestructuras Ambientales, dotada con casi 56 millones de euros está dirigida principalmente a impulsar la gestión sostenible del agua y de los residuos urbanos, promoviendo la construcción de las infraestructuras necesarias, y a apoyar a los municipios en el desarrollo de las Agendas Locales 21.

Por otro lado, la Dirección General de Medio Ambiente contará con 13,7 millones de euros de presupuesto que se destinarán a la conservación del patrimonio natural, a la gestión basada en criterios de calidad y protección ambiental de las playas de Bizkaia y a acciones que promuevan la sostenibilidad.

La inversión en infraestructuras hidráulicas, con 36 millones de euros, es la principal partida de Medioambiente. Un trabajo que pasa desapercibido por estar bajo tierra pero imprescindible, ¿no es así?

Así es, es algo de lo que no nos damos cuenta ni siquiera cuando abrimos el grifo en nuestros hogares y tenemos agua de gran calidad en cantidad suficiente y muy económica (cuando veraneamos fuera tenemos que comprar agua embotellada), o cuando nos bañamos en nuestras playas en aguas de calidad sanitaria excelente…

En ejecución del Convenio con el Consorcio de Aguas de Bilbao
Bizkaia 2008-2015 se ejecutarán infraestructuras de saneamiento por valor de 30 millones de euros, con el objetivo de ir culminando el saneamiento en comarcas como Enkarterri, Busturialdea o Lea-Artibai.

Por otra parte, continuará manteniéndose la red de estaciones hidrometeorológicas, con un nivel inversor similar al de ejercicios anteriores.

¿Es la depuración de las aguas residuales de los municipios antes de que lleguen a las cuencas fluviales la otra gran tarea en materia de aguas?

Es una tarea complementaria a la de garantizar un abastecimiento suficiente y de calidad, que siempre ha sido prioritaria. Hoy este objetivo, aunque siempre es mejorable, está conseguido en Bizkaia y debemos volcarnos en completar la red de saneamiento a lo largo de los próximos años.

No obstante, se ha avanzado y mucho: tras finalizar la que, sin duda, ha sido la gran obra medioambiental del territorio, el plan de saneamiento del área metropolitana de Bilbao, la Diputación Foral de Bizkaia y el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia han colaborado para ejecutar proyectos de construcción y mejora de redes de saneamiento a lo largo y ancho de Bizkaia. En la próxima década deberíamos ser capaces de culminar toda la red en alta de abastecimiento y saneamiento de nuestro territorio.

A partir de ahí, el reto son las redes secundarias, de competencia municipal, pero que es donde nos jugamos la eficiencia del sistema evitando fugas o pérdidas del recurso.

¿Qué otras inversiones tiene previstas su departamento a corto y medio plazo?

La gran obra que entrará en funcionamiento la próxima primavera será la Planta de Tratamiento Mecánico Biológico (TMB), que permitirá incrementar la fracción de residuos destinada al reciclaje. Esta planta tratará 180.000 Tn de residuos al año y será la herramienta fundamental para evitar el vertido de residuos primarios en Bizkaia. El proyecto ha contado con una inversión global de 43 millones de euros.

Por otro lado, el Departamento de Medio Ambiente persigue establecer y mantener en Bizkaia una amplia red de espacios de esparcimiento al aire libre, a través de muchas inversiones de pequeña cuantía que permiten, por ejemplo, mejoras de accesibilidad en las playas.

También destacaría el impulso de las políticas municipales en favor del desarrollo sostenible a través de las Agendas Locales 21, que desde 2005 ha supuesto la ejecución de 400 proyectos relacionados con las energías renovables, la eficiencia energética, la movilidad sostenible, la gestión de los residuos, la creación de áreas de esparcimiento o la recuperación ambiental de zonas degradadas, con una inversión total de más de 80 millones de euros, la mitad subvencionada por la Diputación.

¿Cómo está afectando la crisis económica a la puesta en marcha de las iniciativas en materia medioambiental en Bizkaia?

Como afirmaba antes, creo que el compromiso institucional con el medio ambiente en Bizkaia queda sobradamente demostrado en la acción que venimos desarrollando desde hace más de una década. Es verdad que ahora toca apretarse el cinturón, incluso demorar proyectos que nos gustaría que fueran realidad lo antes posible, pero, sobre todo, nos exige hacer las cosas de una forma mucha más eficiente para garantizar la prestación de todos los servicios ambientales básicos con menos recursos.

¿Cómo está funcionando el II Plan Integral de Residuos Urbanos de Bizkaia que entró en vigor en 2005 y está previsto que concluya en 2016?

Junto al alto cumplimiento de los objetivos del II PIGRU, me gustaría destacar el elevado grado de consenso de los grupos políticos en las Juntas Generales de Bizkaia en esta materia, lo que ha permitido desarrollarlo adelantándonos incluso al cumplimiento de objetivos tan ambiciosos como evitar el vertido de residuos sin tratamiento previo, el denominado vertido crudo cero, que logrará en 2013, tres años antes de la previsión del Plan. No obstante, la prognosis actual de generación de residuos urbanos para el año 2016 ha cambiado en relación a la previsión elaborada en el II PIGRUB, ya que el contexto económico y la generación de residuos de los últimos años han variado sustancialmente. Por ello, acabamos de aprobar la segunda revisión ordinaria del II Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos de Bizkaia 2005-2016, en la que, por ejemplo, se ha visto que ya no es necesaria la ampliación de la capacidad de Zabalgarbi.

¿Está el ciudadano suficientemente concienciado de la necesidad de hacer un reciclaje efectivo, o todavía queda mucho trabajo por hacer?

– Hay mucho que hacer, sobre todo cuando se pretende que la ciudadanía asuma nuevas responsabilidades, nuevos hábitos de manera voluntaria, sin imposiciones. En el ámbito de los residuos, por ejemplo, tenemos una asignatura pendiente con la prevención, que es prioritaria respecto al reciclaje, la valorización y, por supuesto, la eliminación.

En materia de reutilización veíamos la necesidad de ofrecer vías para alargar la vida de muchos objetos que desechamos y pueden volver a ser utilizados y estamos trabajando en ello. La idea de impulsar la reutilización de residuos voluminosos, juguetes, ropas… Con ese objetivo nos implicamos en el proyecto Koopera Merkatua y construimos la planta de residuos voluminosos, Berziklatu, donde el aprovechamiento del material en esta planta es del 100%.

A día de hoy, ¿sigue siendo una quimera un nivel de residuos cero?

Como ya expliqué públicamente cuando tuve que opinar sobre la polémica de las basuras en Gipuzkoa, el concepto de “residuo cero” puede estar bien como filosofía, incluso como una religión alternativa para determinados colectivos, pero más que una utopía es un planteamiento quimérico. Cualquiera que tenga conocimientos básicos de termodinámica y sepa lo que es la entropía, sabe que donde haya un ser vivo, un sistema físico abierto que acumula información a costa del incremento de entropía experimentado en el organismo y en su entorno inmediato, siempre habrá residuos y degradación ambiental. Y donde haya muchos, como en una ciudad, con un metabolismo urbano poco eficiente, por cierto, habrá residuos siempre. Por definición. El que crea lo contrario es un iluso.

Lo que sí se puede y estamos a punto de lograr es el “vertido crudo cero”, es decir, que ninguna fracción de residuos se vierta sin haber sido previamente tratado según la jerarquía de la gestión de residuos. Este es realmente el objetivo que exige Europa.

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