“Zorrotzaurre es una apuesta por generar economía y empleo, dos grandes necesidades para Bilbao”

“Zorrotzaurre es una apuesta por  generar economía y empleo, dos grandes necesidades para Bilbao”

Es el concejal más veterano del Ayuntamiento de Bilbao, lo que le ha permitido ser actor y testigo privilegiado de la transformación urbanística de la villa. Echando la vista atrás, ¿cómo recuerda los primeros pasos que se dieron para revitalizar aquel Bilbao gris e industrial de los años 80?

Era un Bilbao en el que la gente había perdido la esperanza. No fue sólo una crisis económica, con un paro en el área metropolitana del orden del 25%, sino que era la caída de un sistema. Estábamos acostumbrados desde mediados del siglo XIX a que nuestra base económica fuera la industria pesada. Cuando esto se vino abajo, se perdió la fe en el futuro. Tanto es así, que cuando hicimos la presentación de los primeros proyectos de recuperación en el Museo de Bellas Artes, se nos acusó de vender humo, de hacer una ciudad de maquetas. Basta recordar la abrumadora oposición ciudadana al Museo Guggenheim, que rondó el 90-95% de la población, algo que por otra parte era comprensible, ya que no se entendía un gasto de esa magnitud en medio de una crisis económica. Se veía como una frivolidad. Su éxito permitió cambiar el ‘chip’ a la gente.

A pesar de todo lo hecho hasta ahora, ¿queda mucho trabajo por delante en la transformación de Bilbao?

Todavía quedan zonas. Las más evidentes son Zorrotzaurre y Punta Zorrotza, sin olvidar Abando, que sufrirá una gran transformación en la playa de vías que existe entre Hurtado de Amezaga, Bailén y el Puente de Cantalojas tras la llegada del tren de alta velocidad. Se trata de una auténtica barrera entre el Ensanche y Bilbao La Vieja. Eso en cuanto al aspecto físico.

Ahora mismo estamos planteando nuestro segundo plan estratégico de transformación. Si antes se pretendía pasar de una ciudad gris y fea a una urbe amable, ahora se trata de algo más intangible, como es pasar a una ciudad inteligente. Muy unido al proyecto de Zorrotzaurre, queremos habilitar zonas mixtas de viviendas y empresas tecnológicas de investigación y desarrollo, que permita traer a una unidad urbana del Parque Tecnológico de Zamudio. Además, se quieren fomentar también las actividades creativas, de fotografía, moda, diseño, videojuegos, etc., todo ese tipo de iniciativas económicas que otorgan un valor añadido sin necesidad de grandes naves industriales. Queremos mezclar las industrias tecnológicas y las creativas.

Tras más de 15 años, ¿se pueden dar por concluidos los trabajos en Abandoibarra?

Abandoibarra es el ejemplo que mejor permite visualizar la transformación de la ciudad. Aún quedan dos actuaciones. Una en el solar que está enfrente del centro comercial Zubiarte, y el otro, menos identificable, que es el edificio del IFAS, en Alameda Mazarredo, donde se habilita un albergue provisional en invierno para gente que vive en la calle. El futuro inmueble que allí se construya tendrá entradas a diferentes cotas, tanto por Mazarredo como por Uribitarte.

Abandoibarra ha sido durante mucho tiempo la joya de la corona de la regeneración de Bilbao, ¿es ahora el turno de Zorrotzaurre?

Es la nueva apuesta. No es sólo una transformación física, sino que conlleva la nueva filosofía de ciudad inteligente que hemos comentado. Es una apuesta por generar economía y empleo, dos grandes necesidades que tiene Bilbao.

La aparición de suelos contaminados en el canal de Deusto amenaza con dificultar su apertura. ¿Podría provocar un retraso generalizado del proyecto?

Es un momento financiero delicado. La Comisión Gestora de Zorrotzaurre decidió que la descontaminación de los terrenos la efectuara cada propietario, y el suelo del canal de Deusto le corresponde al Gobierno vasco. José Luis Sabas, el concejal de Obras y Servicios y responsable de la apertura del canal y del puente que allí se construirá, está en conversaciones avanzadas con el Ejecutivo en esta materia.

Queda por definir la actuación que se llevará a cabo en Punta Zorrotza. ¿Habrá que esperar a que concluya la transformación de Zorrotzaurre?

En su momento sí que es verdad que se le dio prioridad a Abandoibarra frente a otros proyectos, como Zorrotzaurre. Había que dejar que las edificaciones se fueran absorbiendo por el mercado. Pero no creo que ése sea ahora el caso de Punta Zorrotza, siempre que dispongamos de suelos para otro tipo de industrias demandadas que no sean competencia directa de las de Zorrotzaurre. Creo que serán proyectos paralelos.

También es el momento de otra zona, como Garellano y Basurto. ¿Qué va a suponer para este barrio la reordenación de esta área y la creación de 1.150 viviendas?

Como dice el alcalde, en Garellano el Ayuntamiento ha vendido las joyas de la abuela, el patrimonio que tenía Bilbao para poder financiar el soterramiento de la línea de FEVE. Ahora mismo se van a iniciar la construcción de las VPO que son las que mejor salida van a tener. Para la vivienda libre habrá que esperar unos años. Para el barrio va a suponer que se retire un equipamiento, unos antiguos cuarteles, que por su naturaleza no son vitalizadores del entorno. Con los nuevos inmuebles, se introducirá más población y zonas verdes, que junto a la paulatina implantación de varias facultades de la UPV, le va a dar un gran dinamismo a toda esta área.

Estaba previsto que los derribos de las antiguas instalaciones de la Policía y Bomberos en Garellano comenzaran este primer trimestre del año y se trasladaran a las nuevas dependencias en Miribilla, que se ha convertido en un nuevo ensanche para Bilbao. En diciembre, el Ayuntamiento vendía dos nuevas parcelas para la construcción de viviendas protegidas. ¿Qué queda por hacer en el barrio más joven de la villa?

Sí, el traslado a las nuevas dependencias se hará esta primavera. Y respecto a Miribilla, es un barrio que se ha adaptado muy rápidamente. La experiencia en otras ciudades muestra que en muchos casos las nuevas áreas urbanizadas se convierten en barrios dormitorios, con los bajos comerciales vacíos. No es así en Miribilla, donde creo que han ayudado mucho los equipamientos deportivos del Bilbao Arena y el Frontón.

La llegada del tren de alta velocidad está prevista en 2015-2016, ¿supondrá el pistoletazo de salida de la transformación de la estación de Abando y de su entorno?

Una de las suertes que ha tenido Bilbao es que gran parte de su transformación se ha hecho en tiempos de bonanza económica. Así como la entrada de la alta velocidad corre a cargo de Fomento, la transformación urbana es compartida con el Ayuntamiento. Se pretende que sea un espacio ganado para la ciudad, colonizado con nuevos edificios, plazas y parques. Para financiar esta operación hay que contar con unos aprovechamientos urbanos cuyo valor ahora mismo ha caído muchísimo. En cuatro o cinco años, mientras no cambie el ciclo económico, va a ser muy difícil que esto salga adelante sólo mediante los presupuestos públicos.

Cerca de Abando se encuentra Bilbao La Vieja. Desde el punto de vista de regeneración de la ciudad, ¿es una asignatura pendiente?

Bilbao La Vieja ha estado aislada por las minas que ahora ocupa Miribilla, la propia Ría y la playa de vías de Abando. Todo lo que sea abrirle puertas e integrarla en la ciudad es bueno para este barrio. La transformación urbana que se está  llevando a cabo es notoria, aunque es cierto que la parte social de esta transformación es más complicada.

Ametzola, Miribilla, Abandoibarra, ahora Zorrotzaurre y Garellano. ¿Se está agotando el suelo urbanizable en el término municipal de Bilbao?

Después de las desanexiones de los años 70, Bilbao se quedó reducida al ‘botxo’. Por tanto, Bilbao es una ciudad ejecutada y consolidada en cuanto a su espacio edificable. Lo que quedan son operaciones de transformación, no de nuevas colonizaciones. El crecimiento de la villa está en el área metropolitana, donde hay más oportunidades.

Desde lo que se ha dado en llamar el efecto Guggenheim, Bilbao no para de recibir reconocimientos internacionales. ¿Se ha convertido en referencia para la regeneración urbanística de las ciudades?

Sin ninguna duda. Los premios que hemos recibido son innumerables. Por recordar dos de los más importantes, me quedo con el que nos dieron en Singapur y en la Bienal de Venecia. Bilbao es un referente por la profundidad del cambio y por su rapidez. La transformación se ha producido en 15-20 años, lo que pocas ciudades de nuestra dimensión pueden decir. Estamos en el mapa internacional a pesar de ser una ciudad de pequeño tamaño.

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