ContenHouse presenta su prototipo de vivienda hecha con contenedores marítimos

Tras más de dos años de desarrollo, ContenHouse presentó en noviembre su prototipo de vivienda construida a partir de la reutilización de contenedores marítimos. El objetivo de esta empresa vizcaína consiste en la fabricación estandarizada de viviendas modulares a partir de contenedores marítimos reutilizados y transformados. Tal y como explican desde la compañía, se trata de un concepto que avanza en Europa muy ligado a proyectos en los que se barajan ideas relacionadas con la construcción sostenible, la biovivienda y la vivienda social.

Según ContenHouse, gracias a su rapidez de ejecución, bajo coste y filosofía, se trata de una sistema especialmente rentable y adecuado tanto para viviendas particulares como para abordar proyectos de viviendas sociales, barrios de estudiantes y otras iniciativas similares que suelen liderar ayuntamientos y otras entidades promotoras. Este sistema modular de viviendas también resulta atractivo para ONGs y entidades asistenciales que se plantean cubrir necesidades de alojamiento asistencial o de emergencia. Igualmente empresas privadas como campings, residencias u hoteles pueden ampliar su capacidad de alojamiento de una forma rápida y sencilla.

Los contenedores son la clave del proyecto. Una vez concluida su vida útil, de entre siete y catorce años, y gracias a sus propiedades de resistencia y estanqueidad, ContenHouse los somete a reforma y acondicionamiento en su planta de procesado de Lemoa en el que trabajan cerca de veinte personas. Primero se desinfectan, lijan y repintan, para posteriormente efectuar los cortes de los huecos de puertas y ventanas, dotarles de aislamiento térmico y acústico e instalar todas las canalizaciones y conexiones eléctricas, etc.

Los contenedores marítimos quedan escondidos a la vista directa cuando la casa está terminada. Las paredes y  tabiques interiores se revisten completamente, una vez que se han instalado todas las conducciones y el exterior puede acabarse en una gran variedad de materiales y colores, para adaptarse mejor al entorno en el que se ubique.

La concepción modular del sistema permite crear espacios desde treinta metros cuadrados de superficie en una sola planta, hasta edificios de cinco alturas y cientos de metros en cada una. En función de futuras necesidades una construcción inicial puede ser ampliada de forma sencilla tanto en altura como en planta.

Ajustado a presupuesto

Cuando el cliente encarga el producto comienza la fabricación en taller que, en condiciones normales, suele durar sobre tres meses en el caso de una vivienda unifamiliar. Una vez fabricado con todos los elementos (carpintería, instalaciones, tabiquería, mobiliario de cocina, etc.) se transporta al lugar de destino, se coloca y se ejecutan los remates en tres días. Si se trata de edificaciones colectivas en altura (viviendas plurifamiliares, residencias de estudiantes, hoteles, residencias para la tercera edad, etc.) este plazo se sitúa en torno a los seis meses.

En todos los casos el precio queda cerrado a la firma del encargo por lo que no hay sorpresas desagradables que acaben aumentando el coste para el cliente, detallan desde ContenHouse. Además, el proceso de fabricación, que se realiza en una nave, es un elemento clave para que la vivienda tenga todas las garantías que establece el Código Técnico de la Edificación, así como las distintas normativas comunitarias y locales en cada caso.

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