“Tenemos unas buenas condiciones de partida para la reactivación económica de la edificación”

“Tenemos unas buenas  condiciones de partida para la reactivación económica de la edificación”

Los resultados del Informe Ascobi 2010 arrojan unos resultados devastadores para el sector de la construcción en Bizkaia. ¿Qué previsiones manejan para el presente ejercicio?
El Informe Ascobi lo que arroja es la realidad pura y dura. Si antes de la crisis, el sector de la edificación en Bizkaia ya estaba en niveles inferiores a los del resto de Euskadi, y del resto del Estado no vamos ni a hablar, la actual coyuntura no ha hecho más que agravar esa situación. Estamos en unas tasas de producción de menos de dos viviendas por cada mil habitantes. Sólo la licitación de obra pública estaba contribuyendo a paliar los efectos de la crisis, pero el año pasado descendió un 41% y las previsiones apuntan a que este año se reducirá aún más. La perspectiva para 2011 es la de una importante reducción en la actividad del sector.

¿Se espera una recuperación del sector para 2012?
En cuanto a obra pública, creo que este año podríamos tocar fondo. En 2012 confiamos en que remontará un poco, así como la edificación, aunque dependemos de la crisis financiera existente, que complica la actividad promotora inmobiliaria ante la falta de créditos. Con el añadido de que tenemos una legislación que dificulta aún más el desarrollo de la construcción de vivienda, porque hace que no sea viable al repercutir los costes de la VPO en la libre. Sin embargo, tenemos unas buenas condiciones de partida para la reactivación porque históricamente no ha existido una producción importante y la demanda de primera residencia siempre ha sido superior a la oferta. Además, los factores de solvencia y poder adquisitivo en Bizkaia son de los mejores de nuestro entorno.

¿Cómo está afectando la convocatoria de elecciones municipales y forales este año a la licitación de obra pública?
En año electoral siempre confluye el hecho de que las corporaciones están finalizando, muchos concursos ya han sido licitados y se suele producir un parón hasta que entran en funcionamiento los nuevos equipos de gobierno. Además, esto se ha juntado con la baja disponibilidad de recursos de las administraciones locales por la disminución de sus ingresos precisamente por el descenso de la actividad urbanística.

¿Han detectado si, motivadas por la necesidad, las empresas están licitando excesivamente a la baja en los concursos?
A la baja y en algunos casos de forma temeraria. La situación de crisis es mucho peor del Ebro para abajo y esto ha provocado que muchas empresas de fuera, que habitualmente no trabajaban en Bizkaia, se hayan presentado a los concursos de aquí. Es la ley de la selva. Se han llegado a registrar bajas de más del 50%. Eso es pan para hoy y hambre para mañana. Lo que se pretende con ello es tener cartera de obra para poder mantener la actividad pero trae consigo que el adjudicatario acabe teniendo un problema en la cuenta de resultados.

¿No acabarán repercutiendo esas bajas en la calidad de las obras entregadas?
No, porque los contratos hay que cumplirlos y para eso hay una dirección de obra que fiscaliza.

Llevamos varios años de crisis, ¿se conoce el número de empresas del sector que han desaparecido en este tiempo?
No tenemos ninguna estadística. Lo que sí es evidente que han desaparecido empresas que han sido fuertemente perjudicadas por la crisis inmobiliaria y fundamentalmente al trabajar fuera de Bizkaia. Las empresas de aquí, en general, también padecen la crisis y están sufriendo un fuerte descenso de su actividad, pero hasta la fecha no se han producido un gran número de quiebras o cierres de empresas. Sí hemos notado un pequeño descenso en el número de asociados, sobre todo en el caso de pequeñas empresas. Pero que ya no pertenezcan a Ascobi no significa que hayan desaparecido, sino que prefieren ahorrarse las cuotas que hay que pagar por estar asociado. La situación es dura y las empresas tienen que recortar sus gastos.

¿Cómo está afectando al mercado laboral de la construcción? Si antes era complicado encontrar personal, ahora ¿están emigrando profesionales cualificados que luego será difícil recuperar cuando se reactive el sector?
Será una cuestión que habrá que gestionar en su momento. Las empresas de la construcción poseen una gran capacidad de adaptación de sus estructuras y de su producción gracias a la subcontratación y a la especialización de las empresas. Así como en otros sectores se pueden experimentar procesos de reconversión puntuales, en el caso de la construcción el proceso de reconversión y adaptación es permanente. Es algo que llevan haciendo silenciosamente estos dos o tres años. Si hiciéramos un análisis detallado, se podría observar cómo han reducido su capacidad de producción, su estructura, sus costes, etc. La misma capacidad, a la inversa, tienen para adaptarse a un aumento de la actividad.

Hay voces que apuntan a que la crisis será buena para el sector, que se hará una criba y que sólo realmente las empresas fuertes y profesionales saldrán adelante reforzadas. ¿Cuál es su opinión?
Seguramente esas voces son de gente que no está sufriendo la crisis. Los toros se ven muy bien desde la barrera. Sí es cierto que la crisis va a eliminar a muchas empresas que han surgido al calor de los años de la abundancia en el sector. Cuando las cosas iban bien, surgían promotores como setas. Todos estos oportunistas o pequeños promotores que contaban con facilidades para obtener créditos o invertir en un sector que daba tanto dinero, en cuanto han llegado las vascas flacas han sido los primeros en retirarse del mismo, porque además no cuentan con una estructura real importante. Al final quedará el promotor de toda la vida. En cuanto a los subcontratistas, a los gremios, sí que se están viendo muy afectados, indudablemente. El descenso de la actividad en la edificación, que es la que más mano de obra emplea, y los problemas de morosidad les han repercutido muy negativamente.

Satisfechos y agradecidos por la receptividad del Ayuntamiento. En este caso no solamente eran perjudicadas las promotoras, también el Ayuntamiento: las ventas actuales son las que van a poder pagar las licencias futuras.

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